Tal vez lo primero que debamos comprender es que la sociedad canadiense, como ocurre en la mayoría de las sociedades modernas, está diseñada para que la deuda sea parte “natural” de la familia. Desde los boletos de avión que adquirimos, hasta la compra de una propiedad, incluyendo todo lo demás que hay entre ambos, puede o debe de pasar por el crédito; vía esta a través de la cual se adquiere formalmente una deuda.
Así, entre otras, el crédito cumple la función fundamental de facilitar el acceso a un determinado capital en el momento en que este capital se necesita o se desea, y que de otra forma hubiese sido imposible tener acceso a él.
Pongamos el ejemplo de la compra de una casa. Si tuviésemos que pagar nuestra casa al contado, serían muy pocos los que pudiesen comprarla cuando aún están jóvenes o relativamente jóvenes y tienen la capacidad plena de disfrutarla, mientras viven el esplendor de sus vidas. Visto así, la deuda es una aliada.
Pero tener acceso al capital que deseamos en el momento que deseamos viene con un precio, además del interés que pagamos por hacer uso de ese capital que nos es otorgado. Ese precio se manifiesta en forma de historia: su historia de crédito.
Puesto de otra forma, para poder endeudarse usted deberá probar que usted sabe cómo manejar una deuda. Lo cual significa ante los ojos de cualquier prestamista, entiéndase en este contexto institución financiera, que usted conoce y respeta hasta que nivel usted puede endeudarse, también que es capaz de pagar en tiempo el monto por el cual usted se endeuda.
De todo lo anterior podemos derivar al menos dos elementos fundamentales:
El crédito, si se maneja bien, lejos de ser nuestro enemigo es un aliado, toda vez que nos permite ejecutar proyectos que de otra manera serían imposibles de realizar en el tiempo presente;
Para tener acceso al crédito se necesita tener una buena historia de crédito;
Profundicemos un poco en este segundo elemento, en apariencia contradictorio.
Cuando usted llega a este país, como parte de la estrategia que desarrollan algunos Bancos para atraer nuevos clientes, se le ofrece la posibilidad de acceder a una tarjeta de crédito. Este acto representa para la mayoría de los inmigrantes el primer contacto directo con el crédito en tierras canadienses. El mismo tiene la característica cuasi única de que es, con casi total probabilidad, la sola ocasión en que usted recibirá la posibilidad de acceder a un préstamo anticipado de parte de una institución financiera sin tener que probar que usted es o ha sido capaz de lidiar con una deuda de manera sabia.
De facto, a partir de este instante usted comienza a formar parte del círculo vicioso, a través del cual, para poder obtener cualquier otro crédito, sobre todo de calidad, usted necesitará probar que con anterioridad ha sabido utilizarlo responsablemente.
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Recuerda: no dejes para mañana lo que debiste hacer ayer hacer ayer.
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