El pasado miércoles tuve la oportunidad de asistir al Encuentro que NM Noticias organizó y dedicó a los emprendedores. Fue un éxito total, sala completamente abarrotada.
Una vez concluidas las presentaciones, y ya durante el segmento dedicado al networking, hube de embarcarme en una serie de debates junto a varios de los que allí asistieron. En buena lid, entre los más interesantes y prolongados estuvo uno que sostuve con un grupo de colombianos en relación al proceso de paz en Colombia…
Pero como yo no soy columnista de temas políticos (¡aunque para nada evado la política!), prefiero entonces reservar ese espacio a los que sí se dedican a escribir sobre estos asuntos.
Ya más a tono con el argumento que nos reunía esa noche, sin embargo, tuve también unos minutos de intercambio en relación a un aspecto que de cierta manera se pasó por alto durante las intervenciones: el momento del retiro de un emprendedor.
Y es que el camino hacia el retiro de los emprendedores difiere de manera significativa de aquel del trabajador asalariado. Por lo que, de no ser lo suficientemente previsores y diligentes, una vida de trabajo duro no les garantizaría, per se, un bienestar financiero equivalente durante sus años de ocio. De hecho, según datos publicados en uno de los artículos del último número de Le Journal de l’Assurance, el 72% de los emprendedores habrían ahorrado menos de 100,000 $ para el momento de su retiro, por solamente un 10 % que cuenta con un capital de más de 500,000 $.
Contrario a lo que en general ocurre con los trabajadores asalariados, los emprendedores y los trabajadores autónomos muestran una marcada deficiencia en la planificación financiera para el retiro. Según los datos divulgados, un 36% de los implicados en el estudio respondió que llegado el momento del retiro venderían su negocio a compradores que no fueran parte de la familia, con el objetivo de cubrir sus necesidades, mientras un 33% ni siquiera supo responder cuál era su estrategia para cubrir esta falta de planificación financiera.
Los emprendedores y los trabajadores autónomos no solo se enfrentan a las consecuencias de una deficiente planificación financiera en relación al retiro. Existen otros elementos de riesgo que les son inherentes a ellos, y que dada la naturaleza de sus ocupaciones adquieren una importancia mayor. Así, un trabajador asalariado podría estar cubierto por una assurance invalidité que ofrezca su empleador como parte de los beneficios colectivos, además de la assurance emploi que se le descuenta en cada pago, por ley. No es el caso de los emprendedores y los trabajadores autónomos.
Por tanto, si usted es trabajador asalariado y usted se enferma o tiene un accidente, como regla, una parte importante de su salario sería remplazada por l’assurance emploi y l’assurance invalidité. Por el contrario, si antes no tomó las previsiones pertinentes, cuando un emprendedor o un trabajador autónomo se enferma o tiene un accidente puede perder por completo su fuente de ingresos regulares. Sobra exponer las graves consecuencias que tal evento provocaría para él, para su familia y para su negocio.
Pero retomando el tema central de hoy, ya había anunciado que pronto escribiría sobre el retiro en Canadá, y específicamente aquí en Quebec. Es un tema que como inmigrantes no le prestamos mucha atención al comienzo de nuestras vidas por estas tierras. Sin embargo, la realidad demuestra que aquellos que sí lo hacen parte de su plan financiero desde el comienzo son los que pueden vivir un retiro verdaderamente placentero, por lo menos financieramente hablando.
Si piensas que necesitas más información sobre este tema para tu proyecto personal, me puede contactar vía Zoom. Es gratis y sin ningún tipo de compromiso.
Recuerda: no dejes para mañana lo que debiste hacer ayer hacer ayer.
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