En la etapa de acumulación, cuando estamos en plena actividad laboral, el principal propósito es incrementar nuestro patrimonio, lo que comúnmente lleva a las personas a optar por inversiones más arriesgadas, como acciones u otras alternativas orientadas hacia el crecimiento. No obstante, al llegar a la etapa de desacumulación, que corresponde a los años de jubilación, la prioridad se transforma en conservar el capital acumulado y generar una fuente de ingresos estable, lo cual, por lo general, demanda una estrategia de inversión más prudente. A continuación, profundizaremos en este tema.
Preservación de Capital
El objetivo principal durante la desacumulación es preservar el capital para asegurarse de que dure todo el período de jubilación. Esto a menudo implica reducir la exposición a inversiones más volátiles, como acciones, y aumentar la exposición a inversiones más conservadoras, como bonos o anualidades. Sin embargo, ser demasiado conservador también puede ser un riesgo, ya que puede no proporcionar suficiente retorno para mantenerse al día con la inflación y mantener el poder adquisitivo.
Generación de Ingresos Constantes
Generar un ingreso constante es otro objetivo crítico durante la fase de desacumulación. Esto puede implicar invertir en activos generadores de ingresos, como acciones que pagan dividendos, bonos, o fondos de inversión en bienes raíces. Las anualidades o productos similares también pueden proporcionar un flujo de ingresos garantizado durante la jubilación. Sin embargo, es esencial equilibrar la necesidad de ingresos con el deseo de preservar el capital y gestionar el riesgo.
Inflación
La inflación reduce el poder adquisitivo del dinero con el tiempo. Durante la jubilación, cuando el potencial de ganancias es limitado, la inflación puede ser particularmente desafiante. Es esencial tener una estrategia para aumentar los ingresos con el tiempo para mantener el poder adquisitivo. Esto puede implicar invertir en activos que tengan potencial de apreciación de capital o crecimiento de ingresos, como acciones o bienes raíces, entre otros.
Riesgo de Longevidad
El riesgo de longevidad es el riesgo de sobrevivir a nuestros ahorros. Como las personas están viviendo más tiempo, este riesgo se está volviendo más significativo. Es esencial tener una estrategia para gestionar el riesgo de longevidad, como comprar una anualidad que proporcione ingresos garantizados de por vida o tener un colchón en el presupuesto para gastos inesperados.
Asignación de Activos
La asignación de activos es el proceso de dividir las inversiones entre diferentes clases de activos, como acciones, bonos y bienes raíces, para optimizar los retornos y gestionar el riesgo. Durante la desacumulación, puede ser necesario ajustar la asignación de activos para ser más conservador y centrado en la generación de ingresos. Sin embargo, es esencial mantener una cartera diversificada para gestionar el riesgo y optimizar los retornos.
Conclusión
Gestionar el riesgo de inversión durante la fase de desacumulación requiere un equilibrio cuidadoso entre preservar el capital, generar ingresos constantes y gestionar el riesgo de inflación y longevidad. El asesoramiento profesional puede ayudar a los jubilados a navegar estos desafíos y desarrollar una estrategia de inversión que asegure la seguridad financiera y una calidad de vida cómoda durante la jubilación.
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Recuerda: no dejes para mañana lo que debiste hacer ayer.
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