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  • Foto del escritorGuillermo Varela Vallespi

Recesión o Depresión: ¿hacia dónde nos dirigimos?

Actualizado: 27 sept 2022

Decía Immanuel Kant que “se mide la inteligencia del individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar”. Vivimos en tiempos de grandes incertidumbres, no hay dudas; de manera muy particular en lo que se refiere al destino más próximo del bienestar económico del conjunto de nuestras sociedades.


Ciertamente, no hay consenso sobre si nos dirigimos hacia una hecatombe socioeconómica parecida a la vivida a finales de los años 20 y principio de los años 30 del pasado siglo, o si solo se trata de un ligero malestar, el cual no provocará más que algún incómodo pero leve y temporal dolor de cabeza.


En el escrito de hoy te presento varios de los elementos que pueden hacer la diferencia entre un escenario u otro. Pero sobre todo, te invito a reflexionar sobre la importancia de permanecer sobrio, informado y alejado de cualquier pánico infundado, el cual puede transformar una situación de por sí complicada en una aún más compleja y difícil de solucionar.


Diferencia entre Recesión y Depresión

Recesión

La definición precisa de recesión varía de un lugar a otro, no es universal. En el Reino Unido, por ejemplo, se define por dos períodos consecutivos de crecimiento negativo del PIB. Esta definición es tal vez las más ampliamente aceptada. En los EE. UU. la recesión es definida a través de un comité. En cualquier caso, una recesión implica una disminución del crecimiento económico y de los niveles de demanda general de bienes y servicios, junto a un aumento de los niveles de desempleo. Como característica particular, las recesiones tienden a estar localizadas en determinadas zonas geográficas: no todos los países entran en recesión al mismo tiempo.


Depresión

En el caso de una depresión, la contracción del crecimiento económico es más pronunciada y dura más tiempo. Adicionalmente, los niveles de desempleo también son considerablemente más elevados y su alcance puede ser global, con varios países y zonas geográficas afectados al unísono.


Recesión vs Depresión

Si fuésemos a resumir la diferencia entre ambos escenarios:


Una recesión es como un catarro; sientes un malestar general, tienes un poco de agua por la nariz, la cabeza con cierta pesadez y algo de cansancio generalizado, pero puedes ir al trabajo y ocuparte de las tareas básicas.


Una depresión se asemeja más a una gripe; estás en cama -o en el sofá-, tienes fiebre alta, la congestión nasal apenas te permite respirar, te duelen hasta la uñas y a duras penas puedes prepararte una infusión caliente; ¿el trabajo? bien, gracias…


Puesto en una manera más cercana a la terminología económica, en una recesión tu vecino pierde el trabajo; en una depresión tú y tu vecino, ambos están sin trabajo.


La situación actual y sus causas inmediatas

No hay dudas de que la situación actual deriva esencialmente de la pandemia y de lo que esa pandemia ocasionó y ocasiona, además de otros factores importantes que se han adicionado en el camino. Hagamos entonces una especie de línea del tiempo de los principales acontecimientos socioeconómicos acontecidos desde entonces:

  • A comienzos de 2020 se declara la Pandemia del Covid 19 y ocurre una contracción aguda y marcada de la actividad económica;

  • Como forma de aliviar esta situación y ayudar a retomar el curso del crecimiento económico y sostener a los núcleos familiares más afectados, los diferentes gobiernos implementaron una política de estímulo fiscal que inyectó miles de millones de dólares en el sistema financiero;

  • El efecto de la pandemia sobre la actividad económica resultó ser muy pronunciado pero de muy corta duración, sin embargo, lo cual conllevó a un aumento rápido e importante de la demanda de bienes y servicios, la cual se vio amplificada por la política de estímulo fiscal orquestada por los gobiernos, a nivel global;

  • El incremento pronunciado y rápido de la demanda de bienes y servicios derivó a su vez en un mercado laboral muy favorable; en lugares como los Estados Unidos, por ejemplo, en la actualidad hay dos trabajos disponibles por cada persona buscando empleo;

  • De manera simultánea, China, la segunda economía mundial y uno de los principales países exportadores del mundo, aplicó -aplica aún- una política de cero-Covid, lo cual ha contribuido a disrupciones importantes de la cadena de aprovisionamiento a nivel global;

  • A esta disrupción en la cadena de aprovisionamiento se le ha sumado la causada por la guerra en Ucrania, la cual ha generado un aumento en los precios de los combustibles fósiles, especialmente el del gas natural; esta situación en particular tiene a Europa al borde de una crisis energética sin precedentes en su historia más reciente; también están amenazados varios suministros agrícolas de primera necesidad;

  • La aparición de niveles de inflación importantes y duraderos; como consecuencia del aumento brusco de la demanda de bienes y servicios, de una política fiscal laxa, de una disrupción de la cadena mundial de aprovisionamiento y de la guerra en Ucrania;

  • La implementación entonces de una política monetaria restrictiva por parte de los bancos centrales -aumento de las tasas de interés- como herramienta para intentar controlar los niveles de inflación galopantes que se experimentan hoy en casi todas la economías;

La concatenación de todos estos factores -directa o indirectamente- tiene el potencial de generar una disminución de la producción y una ralentización económica a nivel global:

  • En China continua la política de Cero Covid y la implosión de su mercado interno de bienes raíces;

  • En los Estado Unidos la inflación sigue aumentando y la Reserva Federal continua con una política monetaria altamente restrictiva;

  • En Europa la crisis energética se encuentra en pleno desarrollo, en paralelo con una también política monetaria restrictiva impuesta por el Baco Central Europeo;

  • En Japón las exportaciones han decrecido y la inflación ha aumentado;

  • El fortalecimiento del dólar americano resulta particularmente pernicioso para los países emergentes que tienen parte de su deuda externa denominada en la moneda de Lincoln;

El futuro inmediato

Aunque los datos más recientes sobre el comportamiento del PIB no lo muestran aún, si nos guiamos por uno de los indicadores tempranos más importantes de la salud a corto plazo de la actividad económica -especialmente la manufactura y los sectores de servicio-, el Purchasing Managers’ Index, en varios países, incluyendo Europa, los Estados Unidos y Japón, este indicador se encuentra por debajo de 50: cincuenta se considera un valor neutro; por debajo las perspectivas son desfavorables; por encima son favorables. En China está aún por encima de 50, pero muestra una tendencia clara hacia la baja.


Por otro lado, según el escenario que actualmente favorece el FMI (Fondo Monetario Internacional) la economía mundial crecerá un 6.1 % en 2022, un 3.1 % en 2023 y un 2.9 % en 2024. En otros escenarios alternativos estiman un crecimiento de solo 2.6% en 2022 y 2.0 % en 2023, lo cual representa el crecimiento más bajo desde 1970, pero nunca negativo.


Por su parte, la Reserva Federal en los Estados Unidos no prevé ningún período de crecimiento negativo en los próximos tres años, contrario al Banco Central en Inglaterra, el cual prevé varios trimestres consecutivos de leve decrecimiento.


Conclusión

Parece ser más probable una recesión y no una depresión, aunque la valoración del mercado de acciones en los Estados Unidos ni siquiera integra aún esta posibilidad. Lo anterior implica que las acciones de compañías que cotizan en el principal mercado del mundo pueden continuar perdiendo valor si los fundamentales económicos prolongan su deterioro.


En otras palabras, dependiendo de la diversificación y exposición de tu portafolio actual de inversiones, persiste la posibilidad de que continue la caída de valor en espiral que comenzó en este 2022. Por otro lado, parece ser más probable que en los próximos meses solo atrapes un buen catarro y no sufras de una fuerte gripe.


En cualquier caso, más vale andar atentos.


Importante: Las opiniones expresadas en este artículo se basan en las condiciones actuales del mercado y están sujetas a cambios sin previo aviso. Su contenido no está destinado a proporcionar asesoramiento de inversión. Las previsiones expuestas en él no son garantías de rendimiento; implican riesgos, incertidumbres y suposiciones. Aunque estas suposiciones nos parecen razonables, no hay seguridad de que se confirmen.

 

Pero si piensas que necesitas más información sobre este tema y una asesoría formal para tu proyecto personal, me puede contactar vía Zoom. Es gratis y sin ningún tipo de compromiso.

Recuerda: no dejes para mañana lo que debiste hacer ayer.

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